El Café de Acá es uno de esos lugares a los que siempre querés volver, ya sea por sus sabores, el ambiente, la atención o el clima hogareño que se respira en el local. El 1 de Julio del 2019 celebró sus 10 años y desde Brandon nos sumamos a los festejos de una de nuestras primeras marcas con propósito y un caso que siempre nos abrió nuevas oportunidades y desafíos.
Para Brandon, el caso de El Café de Acá es un ejemplo del poder de los procesos bien hechos, con una relación de confianza y colaboración, esa cercanía entre el café y el estudio hizo posible llegar a un resultado fuerte y eficiente, demostrando que el propósito es clave en todo proyecto, durante todos sus años de vida.
El propósito guía a los emprendedores y usuarios, marca el camino y da sentido a los valores del emprendimiento, es necesario para poder crear relaciones reales con los usuarios, el equipo y el ecosistema.
El proceso con El Café de Acá nos ayudó a crear una verdadera relación de colaboración, que luego se vio en el resultado. Desde lo conceptual como el propósito, hasta los elementos más puntuales de diseño como las servilletas, tienen la misma esencia, pero sobre todo resaltamos la coherencia y constancia del café en sus acciones y sus productos en estos 10 años.
En este artículo te contamos 10 momentos importantes y simbólicos del café durante sus primeros 10 años, juntando pequeños detalles que demuestran el poder del cuidado de los diferentes niveles de identidad de una marca.
1. El nacimiento
El Café de Acá es un espacio que nace de un sueño compartido entre Patricia Ciotti y Javier Cabarcos, un proyecto que empezó a tomar forma en el viaje que ambos emprendieron a Barcelona, España. Durante su estadía en la ciudad europea, trabajaron en un restaurante que se caracterizaba por su estilo hogareño y acogedor, y con la añoranza a su país natal de por medio, encontraron la inspiración para volver e iniciar un negocio similar basado en las costumbres paraguayas.
“Estuvimos mucho tiempo viviendo en Europa; extrañamos a los amigos, la familia, nuestra cultura y la naturaleza. También vimos que no existían espacios como este en el mercado y quisimos hacer un café pensado en las costumbres de acá”, explica Patricia Ciotti.
2. El propósito
El Café de Acá nació con la intención de ser un lugar en el que la gente se sienta como en casa, con la ambientación, atención y sabores necesarios para que las personas perciban ese clima hogareño inspirado en el Paraguay que más nos gusta.
“El propósito está cada vez más presente. Con los años estamos tratando de inspirarnos aun más en el Paraguay que nos gusta. La búsqueda es el concepto que nos mantiene vigente”, nos cuenta Javier Cabarcos, pareja de Patricia y co-fundador del café.
3. Los primeros pasos
Desde que decidieron abrir el local hasta la fecha de inauguración, Patricia y Javier trabajaron durante 2 años en el diseño del local, el menú, la decoración y ambientación, entre otros preparativos para tener el café listo.
Durante este proceso, desde Brandon acompañamos a Pati y Javier en el diseño de la identidad de la marca y uno de los resultados fue el logo.
“Para mí era fundamental que el logo sea fuerte, reconocible y sencillo a la vez, para que sea fácil de aplicar en distintos materiales: tazas, platos, remeras, servilletas, etc. Ahí me presentaron la posibilidad de que un caminante ambulante con una taza sobre sobre la cabeza sea parte del logo y me encantó, porque tenemos la posibilidad de jugar con la taza para distintas situaciones”, explica Patricia.
4. Las servilletas
Las servilletas de El Café de Acá se convirtieron en un hito casi accidental para el local. Con el diseño impreso de un bigote en cada una de ellas, estos trozos de papel son lienzos para que las personas ilustren sus mejores dibujos.
Javier nos contó la anécdota de que en su momento cambiaron el diseño de las servilletas, pero luego los clientes volvieron a pedir los ya icónicos dibujos de los bigotes.
Las servilletas y los dibujos en ellas son un símbolo para El Café de Acá, tanto que son prácticamente el único y principal elemento de su página web.
5. El crecimiento
Luego de un par de años de existencia en el mercado, El Café de Acá pasa por una etapa de consolidación y crecimiento, en la que cada vez más personas conocen y visitan este lugar ubicado en una esquina de una zona de mucho crecimiento comercial en Asunción.
En el 2014, Patricia presenta la historia de El Café de Acá en una de las ediciones de Gramo, logrando así que muchas más personas conozcan cómo surgió el local y su propósito.
6. El menú
Javier nos cuenta que uno de los factores de éxito de El Café de Acá son el menú y los sabores de cada plato. Además de que a la gente le gusta estar en el lugar, sus paladares también disfrutan de la variedad gastronómica del local.
7. Un ícono
Con el paso de los años, El Café de Acá fue creciendo cada vez más, ganando popularidad a través de los buenos comentarios de los clientes que llegaban al local y salían encantados con la experiencia del lugar: la atención, la música, el sabor de la comida, el ambiente y la decoración.
Tanto fue el éxito de El Café de Acá que hasta se convirtió en un punto turístico de la ciudad, captando la atención de los extranjeros que visitan Asunción y buscan conocer un lugar en el que puedan disfrutar de los sabores y tradiciones de nuestro país.
8. La fábrica
En el 2018, El Café dio un paso más y mudaron la pequeña fábrica que tenían cerca de su local a un espacio mucho más grande, donde se encargan de preparar todos los alimentos que se venden en el café. Con este cambio, lograron tener la capacidad de producir más y mejor para seguir creciendo, logrando un producto de mayor calidad y consistencia.
“La fábrica es la única manera que vamos a poder crecer y poder ofrecer nuestros productos en más lugares, sin perder calidad, hoy estamos felices porque este es un sueño logrado” comenta Javier Cabarcos.
9. El desafío
Actualmente, uno de los principales desafíos de El Café de Acá es tener una segunda casa para llegar a otros puntos de la ciudad y a nuevos clientes. Además, están trabajando en constantes innovaciones dentro de sus servicios y en los próximos meses ya podrán ofrecer a sus clientes café tostado en el propio local.
Otros de sus grandes desafíos es el de incorporar las entregas por delivery, vender algunos de sus productos a supermercados (como la masa de mbeju, que según nos comentó Javier, es el producto que más venden) y seguir explotando el potencial del merchandising con la identidad visual del Café.
10. El festejo
Por el cumpleaños número 10 de El Café de Acá, sus colaboradores lo celebraron de una manera particular: haciendo un safari con una serie de postas. Se armaron 3 equipos: el turno mañana (blanco), el turno noche (rojo) y la fábrica (azul), para competir entre sí por el gran premio.
Algunos de los desafíos fueron realizar malabares en un semáforo de la ciudad, diseñar sus propias remeras a mano y abrazar a extraños en el colectivo, entre otros juegos.
Patricia nos contó que, “al principio era una idea interna para reirnos entre nosotros, pero tal fue el esfuerzo de los equipos que nos animamos a compartirlo en las redes, y a la gente le encantó, al venir al café los clientes nos preguntaban como van los desafíos”
El perfil de instagram de El Café de Acá guardó en sus historias destacadas el desarrollo de todas las postas, para que puedas ver con que energía y pasión jugaron todos en sus equipos y de paso conocer a los más de 70 colaboradores que dan vida y sabor a nuestro amado café.
El rubro gastronómico creció de manera acelerada en los últimos 10 años, pero así como vemos abrir muchos locales y propuestas nuevas, también vemos cerrarse continuamente locales que aparentemente tienen todos los ingredientes para triunfar.
La competitividad y complejidad del rubro gastronómico nos exige crear marcas integrales que tengan en cuenta todos los niveles de identidad de una marca: su propósito, su lenguaje verbal y visual, y la experiencia de los usuarios. Si un proyecto cuida y nutre estos elementos podrá festejar sus 10 años y seguir soñando con mucho más.
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Artículo redactado por Juanma Cabarcos y Gonzalo Recalde
